15 febrero 2014

RECONCÍLIATE CON DIOS

Es decir: Reconoce y acepta lo que Dios ha hecho por ti, por nosotros. Nos ha reconciliado. Nos ha vuelto a mirar con cariño de Padre y de Creador. Pero a lo mejor vivimos al margen de la reconciliación o sin que nos interese.
Escuchamos: Deja que Dios haga maravillas en tu vida”. “Deja sitio a Dios en tu vida”.
Tú sabes cómo te sientes cuando “no pintas nada en la vida o en el corazón de otros”. Cuando no pintamos nada para alguien, nos duele, sobre todo si “deseamos pintar algo”.
¡Qué bueno es Dios! ¡Cuánta paciencia con nosotros! Dios “pinta poco en la vida de muchos” y aún así sigue esperando... Él nos dice fuerte y claro: “Déjate reconciliar”. “Entra en este dinamismo de perdón y de vida que yo he puesto en marcha en mi Hijo Jesús”.

 
¿Qué pasaría en tu vida y en la mía
si de verdad escucháramos esta palabra de Dios?

08 febrero 2014

UN ENCUENTRO INESPERADO

Quiero empezar este espacio que ahora abro con la primera reflexión que llegó hasta mí de Madre Esperanza de Jesús de la mano de la Congregación de los Hijos del Amor Misericordioso que acababan de llegar a nuestra Parroquia.

“Yo debo llegar a hacer que los hombres le conozcan,
no como un Padre ofendido por las ingratitudes de sus hijos,
sino como bondadoso Padre que busca por todos los medios

la manera de confortar, ayudar y hacer felices a sus hijos
y que los sigue y busca con amor incansable,
como si Él no pudiera ser feliz sin ellos”.
 

Estas palabras calaron en mí de una forma única, no sé si fue porque yo vivía en aquel momento un tiempo de aguas agitadas en mi interior o simplemente porque Dios quiso que llegaran a mi corazón de una manera especial.
Pero es lo que ocurrió...
Las palabras de Madre Esperanza fueron un bálsamo para mí, aquietaron las turbulencias de mi pensamiento y empezaron a calmar y llenar de paz y serenidad mi corazón y mi mente.