REINARÉ CONTIGO, SEÑOR

                     REINARÉ CONTIGO, SEÑOR
                     Cuando más allá de trompetas triunfales
                     anuncie, con mi propia vida,
                     que tu reino es justicia, paz y libertad.
                     Cuando, además de contemplar tu belleza,...
                     descubra la radicalidad de tu mensaje,
                     la dulzura y, a la vez, la exigencia de tus palabras.

                     REINARÉ CONTIGO, SEÑOR
                     Huyendo de la grandeza y del poder,
                     abrazando, con humildad y obediencia,
                     el peso de la cruz que surja por delante.

                     REINARÉ CONTIGO, SEÑOR
                     Sabiendo que soy y no soy del mundo,
                     que no siempre seré comprendido
                     como Tú, Señor, tampoco lo fuiste
                     desde el primer día de tu nacimiento.

                     REINARÉ CONTIGO, SEÑOR
                     Sin más bandera que el Evangelio en la mano.
                     Sin más fortaleza que el alma bien dispuesta.
                     Sin más armas que el amor que dinamita el odio.
                     Sin más corona que el servicio y la entrega.

                     REINARÉ CONTIGO, SEÑOR
                     Anunciando tu misericordia y tu lealtad,
                     tu presencia y tu comunión con el Padre,
                     tu fidelidad y tu reinado de vida y verdad.

ENCIENDE EN NOSOTROS EL FUEGO DE TU AMOR

Señor, infunde tu Espíritu en nuestros corazones
para que vivamos con coraje el evangelio
y ayudemos a reanimar el mundo.
Que tu Espíritu nos dé fuerza
para luchar por la verdad, la justicia y la paz;
que nos dé luz para comprender y servir,
que nos dé generosidad para amar y ayudar,
que nos dé paciencia para saber esperar.
Que tu Espíritu anime nuestra vida
para que seamos animadores en el mundo.
Que sepamos descubrirte en la ciencia,
en la cultura, en el trabajo y en la técnica,
que sepamos verte en la naturaleza
y en el rostro de nuestros semejantes.
Y que sepamos ser transparentes
para que los que nos miran, te vean
y los que nos quieren, te quieran.

 

El Espíritu es vida para vivir,

para cambiar, para arriesgar,

para amar, para despertar... y resucitar.

¡EN MARCHA, NOS ESPERA LA VIDA!

 

20 AÑOS UNIDOS COMO UN PIÑA

Hoy todos los Laicos del Amor Misericordioso del mundo estamos de celebración: cumplimos 20 años de nuestra Asociación.

Desde Abril de 1996 hasta hoy, los laicos de esta gran Familia hemos ido creciendo en número día a día, y nuestro carisma y la espiritualidad de Madre Esperanza se ha extendido por todos los continentes.

Estoy segura que Madre Esperanza "nos soñó" desde los comienzos, y hoy vela por nosotros haciendo que cada día seamos más felices de hacer de este carisma nuestro estilo de vida.

No puedo pasar por alto el agradecimiento a los religiosos que impulsaron y pusieron en marcha la Asociación, sobre todo a nuestro querido P. Lucas.

Gracias, Madre Esperanza, por hacernos sentir la fuerza y la alegría de este estilo de vida. Seguiremos caminando por el mundo al encuentro de los hermanos y de la mano del Buen Jesús.

 

NUESTRO RETO: "QUE TODOS CONOZCAN A DIOS COMO UN PADRE MISERICORDIOSO QUE NO PUEDE SER FELIZ SIN NOSOTROS".

 

¡¡FELICIDADES A TODOS LOS LAICOS

DEL AMOR MISERICORDIOSO

REPARTIDOS POR EL MUNDO!!

 

"UNIDOS COMO UNA PIÑA"

 

TARDE DE AMOR Y ENTREGA

Tanto amó Dios al mundo que nos entregó a su Hijo...

 

AMANDO HASTA EL EXTREMO

Así es el AMOR que Jesús nos propone en esta tarde de Jueves Santo...

SIN NADA QUE PEDIR...

Y CON TANTO PARA DAR.